Furrumeo, un perrito de 2 años, tuvo un encuentro fortuito con el destino al ser encontrado solo en un camino, todavía con su arnés puesto, un claro signo de que alguna vez tuvo un hogar. A pesar de llevar arnés, no tenía chip, lo que hizo imposible rastrear a su familia anterior. Este chico valiente ha enfrentado la soledad y la incertidumbre con una fortaleza admirable, esperando ahora la oportunidad de ser parte de una nueva familia que le brinde el amor y la seguridad que merece. Furrumeo es una prueba de resiliencia y esperanza, listo para empezar un nuevo capítulo lleno de aventuras y cariño. Si estás buscando añadir un miembro lleno de amor y gratitud a tu familia, Furrumeo podría ser el compañero perfecto.
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